viernes, 29 de octubre de 2010

Los poemas de la misa loopoética del 7 de noviembre en el Macondo bar


Nos vienen preguntando con bastante curiosidad por la misa. En el anterior post desvelamos algunas perlas, pero vimos que no quedó claro el tema de cómo será el show y si los poemas serán los mismos de los jugadores de Ajedrez de Plaza Catalunya. Pues no, todos los poemas del show son inéditos y vendrán tras cada una de las partes del misal. Os desvelamos uno, Porno.






Porno por Jordi Corominas i Julián


Es el amo, en la playa
privada beber los vientos
se reduce a la minucia del voleibol
femenino de cara a la galería.

Una de ellas lo agarra por la cintura,
son como niños en el patio del colegio,
las estilosas actrices porno me sedujeron
por el título de su vídeo, four hotties
And a lucky guy, que se encamina a un salón
del plató y succiona románticamente la lengua de la rubia,
entregada en su felación sin desprenderse
Del sujetador rosa.

Llegan las otras, brazos cruzados,
indignación. Suena Bohemian rhapsody
compulsivamente y en cinco segundos las cuatro
son reinas lamiendo la miel del rico panal
fálico.

For me, for me, fooor meeeee!

En dos subpantallas hay una promoción
de la gratuidad para reforzar la mano derecha,
en la primera dos lesbianas estiran su tanga
para devorarse las posaderas,
en la otra tiemblo porque escañan a una morena,
lo que no importa demasiado a los del sofá
de mi elección, el gabinete secreto de Pompeya
con dólares anglosajones, silicona por doquier,
vaginas rasuradas, espasmos, cachetes en el culo
y las posturas acrobáticas de la mala educación masculina.

Al final el afortunado, que quizá por eso es calvo como
el de la lotería, da su semilla a su harén, que como las madres
de los pájaros se lo abocan de pico en pico y yo, que he leído
demasiada Historia antigua pienso en los conjurados de Catilina.

En mis noches la conquista es un vino blanco de miradas,
picaresca, atrevimiento y un fluir que pese a lo salvaje del sexo
siempre mantiene el brío adolescente de la búsqueda del beso
aunque luego lo que importe sean las curvas, la saliva y volver al origen.

Click here to watch full video now



foto: Jean Martin du Bruit





Loopoesia es amor

lunes, 25 de octubre de 2010

Diez informaciones relativas a la misa loopoética del 7 de noviembre en el Macondo





1.- El papa ahoga la imaginación, nosotros queremos verla volar libre

2.- Si normalmente somos dos en esta ocasión seremos cinco: un sacerdote loopoético, dos bailarinas, una monja y un monaguillo

3.- El show se divide en ocho partes

4.- El evento nació como réplica de protesta a la visita de Ratzinger,pero en su intención abarca la idea del renacimiento loopoético

5.- Muchos ven en nuestros shows una liturgia festiva, así es, pero en ella nunca excluimos la seriedad que implica querer experimentar e ir más allá de lo que con tanto entusiasmo, y poca habilidad, venden los medios

6.- Tendremos un misal que dará paso a poemas que den más garbo al mensaje del Sacerdote Jean Martin du Bruit, Papa loopoético

7.- Varias coreografías levantarán a los fieles de sus sillas, las protagonistas serán Lola Farigola y Benedetta rengitzar.

8.- Una monja venida de las tierras altas de Escocia, Ludovica McCormack, os deleitará con dos números secretos.

9.- Cuando entre Jean Martin os bendecirá. Dispondremos de pétalos de rosa preparados para darle la bienvenida.

10.- El show, en principio, es único e irrepetible.


Loopoesia es amor


Misa loopoética

Domingo 7 de noviembre de 2010 a las 19:00 en punto

Puertas abiertas a las 18:30, sed puntuales!

Macondo Bar

c/Conca 21

L4 Guinardó, L5 Camp de l'Arpa

viernes, 15 de octubre de 2010

Bios loopoéticas: Lola Farigola Romaní




En la crónica de nuestro show en el Elèctric hablamos de cambios decisivos en Loopoesia. Tampoco pasa nada por decirlo: El Anónimo toledano recibió una notificación hindú y marchó a su Bengala natal para recoger el dinero y darse a la buena vida. Malas lenguas comentan que lo sabía desde hace tiempo, y por eso su motivación para con el grupo había decrecido en los últimos meses. Da igual. Ahora somos dos y las cosas van de maravilla. Agradecemos al Anónimo toledano este año y medio extraordinario, pero conviene mirar hacia el futuro, que no es muy oscuro, sino todo lo contrario.




Hacia tiempo que se lo merecía. Sin embargo los fotógrafos estaban perezosos y no sacaban imágenes acorde a su altura danzarina. Lola Farigola Romaní nació en Caspe el 7 de agosto de 1707. Tiene trescientos tres años, y si se conserva tan joven es porque siempre tomó los baños en Alaska y Dinarama, localidad termal oculta entre senderos de gominolas. Esas aguas le dieron superpoderes que reforzó yendo por el ancho mundo, donde conoció a dos seres fundamentales para su progresión: Giacomo Casanova y Leonardo da Pisa, más conocido como Fibonacci, quien se le apareció en sueños en Bruselas, y nuestra chica interpretó la progresión matemática como un reflejo de rostros, países y cortes visitadas en compañía del seductor y aventurero veneciano, por lo que decidió emplearse a fondo y crear una danza contemporánea irrepetible, que llevara su inimitable sello.





Algunos opinan que sus bailes son la forma que tiene de recordar su amor por Casanova, pero Jean Martin sabe que eso no es cierto, pues lo mismo, en relación con su difunto marido, se dijo de Bettina Diamond. Los bailes de Lola Farigola Romaní son alegría pura y pensamiento, incitan a la reflexión. Puede que el público no se mueva, pero mientras ella efectúa sus pasos el cerebro rebosa energía que es la de esta anciana manceba, capaz de transmitir su genio al respetable y triunfar en el intento.


ps: Lola Farigola debutó con Loopoesia el 27 de diciembre de 2009 en el Heliogabal, desde entonces su aportación ha sido siempre más fuerte, y así seguirá en el futuro, ameeeeeeeeeen:p


fotos: Juanma Vive



Loopoesia es amor

jueves, 14 de octubre de 2010

Crónica del show Loopoético en El Elèctric, 12 de octubre de 2010





Crónica loopoética del show del 12 de octubre en el Elèctric Bar

El 11 de agosto de 2009 era martes e invadimos el Elèctric en nuestra quinta actuación. Por eso volver, catorce meses después, era increíble. Han cambiado mucho las cosas y estamos cerrando 2010 para que los jugadores de Ajedrez regresan a la Plaza de Catalunya a descansar como tienen merecido. Otro tema ocupará su lugar durante 2011, pero de momento ellos, y bien que le gusta a la concurrencia, lo saben todo, pom pom pom pom.

Llegamos pronto al local, y para Jean Martin era muy curioso observar cómo el vídeo cambia la concepción del espacio. Recordaba un escenario pequeño y una zona amplia para el público. Más bien dimos con un hermoso cuadrado, perfecto para que el respetable se emocione y empape, con una platea así es imposible que el show funcione mal porque la excitación se palpa, se produce empatía y la adrenalina se dispara al estar todos muy juntitos, casi, pero eso será el siete de noviembre en el Macondo, como en una misa.





Preparamos el atrezzo. Sé que nos estamos enrollando mucho en los prolegómenos, que en nuestro caso no son lo mejor, pero era una noche muy especial. Todo tenía que salir a la perfección. Desde aquí agradecer a Laura, la técnica de sonido, toda su ayuda, fue indispensable e hizo que desde el primer instante sintiéramos que iba a ser increíble. El pony miraba fijamente al público. Nuestros íconos estaban esparcidos por la sala, quien entraba y quería arreglarse el pelo se topaba con Enriqueta en el espejo, mientras Pericles, George Harrison y Juan Pablo II, al que no quiere todo el mundo, tomaban posiciones en los laterales. Las piernas del negro de Banyoles y Paul McCartney marcaban territorio. La primera en el piano con una serie de gadgets, la segunda, cerca del escenario, a escasos metros de la mesa con la calavera mágica y los instrumentos que Jean Martin toca en el interludio.
Antes de nuestra actuación llegó el turno para Delaonion, e insistimos. Esas viejas maderas son milagrosas, los poetas estuvieron como siempre, fantásticos, pero la luz y el ambiente les dieron alas. Su recital fue divertido y memorable, los cinco Delaonion se alternaron con soltura y el tempo siempre fue in crescendo, dando buenos augurios para Lola Farigola y Jean Martin, inquietos aunque muy tranquilos, como si intuyeran que el desarrollo de la velada iba a ser el previsto.






El show loopoético
La oración fue fenomenal. Se notaba una cierta motivación y ganas de pasarlo bien. Pensando que el futuro se vive en presente. Breve silencio. On. Leve oscuridad. Aparece la espléndida Lola Garigola y logra lo imposible al bailar el mix inicial- un loop de piggies con fragmentos descompasados de otros temas- dándole forma, como si tuviera alguna lógica, que la tiene, pero debe interpretarse, y ella lo hizo como nadie. De repente, Morrison habló. And opening your door…efectivamente, se abrió la puerta loopoética y de ella salió Jean Martin, contento por escuchar los versos finales de 2009, enloquecido y paciente, con el micro, su arma de predilección. En declaraciones posteriores al show el enmascarado valoró el arranque porque se desgastó menos físicamente, rebajando decibelios de Carmen e Isabel para que la voz lírica graba pudiese empapar más el local, y los espectadores comprendieran mejor la suite que enlaza con los movimientos del tipo del traje psicodélico y las danzas de nuestra querida Lola, que prorrumpía palabras desde detrás del telón, y oigan, no vean cómo se lo curró para atravesarlo enterito y seducir con su reingreso al inicio del interludio desde la escalera de caracol. Jean economizó para enriquecerse, medio volando, intimando poco con el Pony, saltando lo justo y sincronizando su reloj corporal con la medida de los poemas. Así llegaba fresco al momento de la improvisación y tomaba aire para el envite. La primera parte te hizo corta, teniendo como anécdota destacada la sorpresa de la calavera. La muy pobre perdió el cerebro el otro día. ¿Cómo suplirlo? Con gominolas que saltaron eufóricas para deleite, como dicen los versos, púbico del intelectual. Se veneró la pierna de Paul, hubo interacción con la gente y la paranoia, este chico siempre tiene una movida a punto, de Jean Martin tocando el piano con los pies, efeméride de la que quizá no tengamos nunca foto, porque todos se quedaron estupefactos con sus calcetines. Madredelamorhermoso. En esta ocasión el llanto hermanado con Chopin y sus funéreos compases fue audible y moderado. Semejantes a los modernos. Reaparece Farigola, inmensa en el interludio y cautivando cómo sólo ella sabe, y se produce un ritual de rechazo, amor, vuelta al ruedo y…¡ataque de epilepsia! Fue intenso, el suelo botó y el escondite oral acogió a Jean, magullado, aturdido por las convulsiones, pero con un estado de ánimo muy alto, tanto como para opinar que el inglés está sobrevalorado, ulular, mentar a Carmina y filosofar en una espiral que se encadena desde el cero al infinito. El tiempo pasaba deprisa. Sonó un gong, Lola se fue a los puertos, despidiéndose por penúltima vez antes de la decapitación, recibió sus más que merecidísimos aplausos y el enmascarado consiguió el alboroto, lo que solamente acaece cuando se han juntado una serie de factores inexplicables. Sí amigos, el público no fue soso y rezó la oración hindú, se carcajeó con la trompeta de barbie girl, alzó los brazos, y las cuerdas vocales, con el trecho de Ras Putin y finalmente sonrió, con alguna que otra risa taumatúrgica, con el solo con la guitarra infantil al ritmo de Seven Nation Army. Prometemos no romperla nunca más, pero claro, que un loco se suba al escenario colocado de MDMA sólo pasa una vez en la vida.





La última parte es más complicada de interpretar de lo que parece. Su resultado depende de la euforia y una buena dosis de cálculo. Se empieza con los modernos y posteriormente la sardana- setze jutges d’un jutjat- se erige en término medio. Jean le va cogiendo el tranquillo, casi se le ve suelto con la Santa Espina, tanto que para, improvisa y la retoma como si llevara espardeñas. De la ceba, claro. Hay varios clímax. El poema crítico con la situación actual es subidón y pausa, tentempié para apaciguar reflexionando antes de la catarsis. Música infernal. Ascenso descenso. Hola Farigola, bienvenida again! Jean agarra el tridente, coge la muñeca, se arquea, cae, se levanta, invoca a Carmen y asesta muerte a la pérfida muñeca fascista. El piano de A day in the life alarga la nota, respiramos y él, con ella creando geometrías en el aire, alza los brazos para mostrar su conquista. El último poema es una celebración, retorno al hogar, orgasmos de toma y dacha, que bien comemos con Isabel, sentir tu humedad que es mi calor y atender a Jean en plan Derviche dejándose guiar por el órgano místico y el toque final de batería que permite la reverencia. Fue una noche mágica. Gracias. Loopoesia es amor.




Fotos: Raquel Delgado


A lo largo de los próximos días subiremos vídeos, fotos y otras cosas, al tiempo que informamos del próximo evento, la misa loopoética del 7 de noviembre en el Macondo





Loopoesia es amor

lunes, 11 de octubre de 2010

Martes 12, 22 horas, Delaonion+Loopoesia en el Elèctric de Gràcia




El martes 12 termina el puente, y para clausurarlo ofrecemos una doble sesión poética. Los datos son los siguientes.

Delaonion+Loopoesia en El Bar Elèctric
Travessera de Gràcia 233 Barcelona
Metro Joanic L4
Contribución a los artistas: 3 euros


De 22 a 23 horas Delaonion con los siguientes poetas

- Álex Chico
- Jordi Corominas i Julián
- Iván Humanes
-Laia López Manrique
- Juan Salido-Vico


De 23h15 a la medianoche Loopoesia en su último show antes de su misa el mismo día que el Papa de Roma celebre la suya en Barcelona. Jean Martin du Bruit, Lola Farigola y el Pony loopoético os esperan para liarla, una vez más


Loopoesia es amor

lunes, 4 de octubre de 2010

Crónica del show loopoético en el Macondo bar, 3 de octubre de 2010



Crónica del show Loopoético en el Macondo Bar: Domingo 3 de octubre de 2010

Ocho de noche, nueve de la tarde, como Messi en Verdaguer. Los dos loopoetas supervivientes quedan en el metro de Guinardó. Lola Farigola está esplendida acompañada de un eminente navarro. Jean Martin du Bruit soporta su catarro. Piensa en comerse el escenario, pero de momento le pesan las bolsas con todos los utensilios. El Pony atiende entre trompetas, guitarras, piernas, muñecas fascistas y crucifijos. Amamos los chiringuitos chinos. La cita del domingo tres de octubre era en el Macondo. Nos daba miedo el día. Cada vez adoramos más al público, aunque sólo les pediríamos, por el bien de nuestra salud, que fueran más puntuales. El Macondo es magnético. Llegamos pronto, montamos el tinglado y esperamos. A las nueve y media el Barça era un insulto. Nada, aquí no viene ni Cristo. Se abre la puerta. Jean Martin se chuta un espiriten, o cómo leches se llame, y resucita. Oremus Papam. Loopoesia es amor…se cierran las luces y la sala, de repente, se ha llenado. Magníficos presagios. Vamos a divertirnos.
Y así fue. Por segunda vez el inicio fue atronador. Un loop de piggies, que más barroco no se puede, alternado con coros de Girls and Boys encendió la mecha. Farigola anticipa la tormenta. Jean Martin sale distraído, se rasca la cabellera y dale a los saltos. Caaarmen. El micru oculto emitía voces eufóricas. Ellos lo saben todo. La primera parte va cómo la seda. El enmascarado se marca un vals con el navarro, casi lo tira a un sofá, corre, fornica con el Pony, dice que talibanes tallados en tullidos tulipanes tiemblan tiernamente en tétricas tazas tartamudas travestidas en tísicas tisanas de las tinieblas. Flexiones con la costilla fisurada, mucha energía compartida. Aprovechar el espacio, muy reducido, parecía harto complicado. ¡Qué importa! No cuesta nada rezar unos segundos, venerar la pierna de Paul. Yo soy Isabel la Católica. Nos estamos gustando. Irrumpen las lágrimas con Chopin mientras los poemas grabados marcan el tempo. Semejantes a los modernos. Farigola again. Rechazo de Du Bruit. Aceptación, flirteo de tres segundos en el aire y el ataque de epilepsia. Os juro que el suelo estaba duro. Botes, relajación, espasmos y al gallinero. En el escenario Lola Farigola lo borda, se sale literalmente y el respetable lo aprecia muchísimo al tiempo que una voz distante te inspira mentando a Carmina Ordoñez, la madre de Jim Morrison, la pionera del dopaje, España de charanga y pandereta. Elecciones. Nocheviejas del patriarca. Velocidad endiablada del verso que combina con los movimientos de Lola y la composición al revés con risas de terror, Mozart y morsas. La actuación pasó volando, fue un instante maravilloso. Retumba el gong y Jean Martin vuelve al ruedo, entusiasmado. Se aplaude a rabiar a Farigola. Hay una pequeña pausa, las carcajadas se diluyen. Todo está a punto de caramelo. Se anuncia la oración hindú y el tipo del traje violeta con la camisa rosa entra en trance hasta que da con la trompeta, calibra con sus orejas si está en forma y entona, envuelto en el silencio de la sorpresa, I’m a Barbie girl in a Barbie world. ¿Más? Claro, la adrenalina se desborda con el jaleo de Rasputin. La intensidad se mantiene en los versos, las sardanas surrealistas y la tranquilidad que proporciona saber que es una jornada especial, tanto que hasta un cerebro de plástico circula por la sala para saludar a una amiga. A otra le robamos el sombrero y Jean Martin recita en plan galán del cine mudo. Las bromas terminan con el aviso de decapitación. Sí, muñeca fascista, ha llegado tu turno, histeria de ciento veinte segundos. El cuerpo se arquea, arrodillándose para clavar el tridente en el mal, operación necesaria en cada performance porque, por desgracia, el fascismo nunca muere, aunque el subidón del piano y la exhibición de la testa producen una sana euforia. Con el mundo más libre llega la hora de volver al hogar. Se suceden los gemidos. Para sentir tu humedad, que es mi calor. Un órgano se alía con una botella de vino y una batería refuerza el sonido. Jean Martin fabrica sus piruetas, calcula el amanse de la pieza y efectúa su genuflexión de agradecimiento. Ha sido sencillamente increíble y la energía se expande hasta muchas horas después de la finalización del espectáculo. Gracias a todos. Loopoesia es amor.



sábado, 2 de octubre de 2010

Domingo 3 de octubre, 21 h 30 minutos, Loopoesia en el Macondo Bar




Loopoesia en el Macondo Bar

Domingo 3 de octubre, 21h 30 minutos

C/Conca 21 Barcelona

Metros: L4 Guinardó, L5 Camp de l'Arpa

ENTRADA GRATUITA