viernes, 28 de agosto de 2009

Especial Loopoesia en el Elèctric:Interludio







Interludio

El interludio consiste en trece minutos de absoluta locura y desparrame que aún podemos potenciar más. Un discurso de Winston Churchill flota en la atmósfera mientras suenan mil músicas dispares (Hindúes, Beatles, Electrónica, voces perdidas), Bettina Diamond baila y el pobre Jean Martin du Bruit se convierte en un seis en uno imparable, ahora veremos las razones. Por cierto, Cristiano Ronaldo, tus aspiraciones son patéticas.

Bettina Diamond:
Estaba muy nerviosa, mi entrada era fundamental para que el interludio saliera como dios manda.

Jean Martin du Bruit: Salió y hechizó. Es nuestra musa e hizo justicia a la adoración que le profesamos. La vi, la rechacé por ir vestida a lo Audrey Hepburn, somos de la asociación mundial contra la anorexia, y como soy un caballero le di la mano.

Bettina Diamond: Y bailé improvisando al son de la melodía que mezclaba el Anónimo, ese fascinante tigre, bailaba entre el público, me admiraban cariacontecidos, una locura. El Pony loopoético es un partenaire de lujo. Chicas, os concederá un baile encantado.

Jean Martin du Bruit: Me encaminé hacia el piano. Esa misma tarde ensayé con tutoriales de Youtube. No sirvió de nada, entre otras cosas porque no podía escucharse mi aporreo experimental a lo Stockhausen, me sentía cómodo y poseído, en éxtasis.

Anónimo toledano: No iba a ponerle las cosas fáciles al francés. Isabel la Católica retumbó...

Jean Martin du Bruit: Maldito Judas, esa parte fue como un fantástico suplicio. Tocar el piano, levantarme, agitar la pandereta, llamar a Isabel y Carmen, creo que en lo concerniente a generar un ambiente infernal estuvimos de diez, era una vorágine que empapaba el aire, que comía partículas y las expulsaba para dar más vigor al vigor.

Bettina Diamond: Durante un instante, desconcertada por el grotesco frenesí, dejé de bailar...hasta que Jean me dio un golpecito en el hombro y reactivé mi danzar.

Anónimo toledano:
Y yo dale que dale, dale que dale con potencia y fulgor cósmico. Al no recorrer kilómetros como Jean tengo el don de observar al respetable y analizar sus acciones. Muchos cantaban los temas, otros miraban al vacío, algunos se hacían verdaderas cruces.

Jean Martin du Bruit:
Volví al piano, pensé que me sangraban los dedos de la hiperactividad. Grité Isabel la Católica, cayó el pie de micro- casi siempre sucede, es el desperfecto loopoético por excelencia- lo solucioné en plan broma y me desesperé al ver que el rotulador estaba desaparecido en combate, por lo que durante un breve parpadear escribí con un gusano de goma.

Bettina Diamond:
Sí, porque además de globos también tiramos gominolas, es marca de la casa.

Anónimo toledano: Rogamos disculpen los heridos de la contienda. Os fusilamos con corazones, bolitas, osos y gusanos. ¿Qué más queréis?

Jean Martin du Bruit:
Estaba en éxtasis mistico. Cuando sonó el medley beatlesiano me puse a cantar her sister pams goes in a shop, she never stop, she’s a go getter y luego de lo Living is easy with eyes closed....básicamente a eso, modestia aparte, se le llama recursividad y desesperación por mi rotulador.

Anónimo toledano: El éxtasis de Santa Teresa, San Agapito y la madre que nos parió. Se me va la olla con lo de Isabel la Católica.

Bettina Diamond: Bonito pareado, aún faltaba lo mejor.


Jean Martin du Bruit:
De vez en cuando jaleaba al público y respondían entusiastas pese a lo surrealista del show, me encantó, son formidables.

Anónimo toledano: Sonó una música característica....

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